En la obra del artista y diseñador Adrián Gómez, el mobiliario no solo es un objeto funcional, sino un fragmento de una narrativa viva. Gigantes Dormidos es una propuesta de mobiliario que se presenta como una sola pieza dividida en cinco momentos. No son cinco diseños distintos, sino una sola entidad: un titán de piedra disuelto en el espacio doméstico contemporáneo.

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Esta colección construye su identidad a partir de un único lenguaje formal, matérico y simbólico, replicado en cinco escalas distintas. Cada pieza corresponde a una sección del cuerpo de un gigante mitológico: una credenza monumental, un tótem con piezas de vidrio soplado, dos nichos escultóricos de gran escala, un centro de entretenimiento y un bar. Aunque sus funciones varían, todas se inscriben en un mismo alfabeto geométrico y narrativo, y comparten proporciones, materiales y alma.

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Inspiradas en las leyendas de los gigantes dormidos —como Popocatépetl e Iztaccíhuatl, volcanes que aún custodian el horizonte mexicano— estas piezas evocan cuerpos petrificados, columnas rituales, contenedores de memoria. Cada forma parece emerger de la tierra misma.

Las piezas fueron elaboradas en maderas locales cuidadosamente seleccionadas, trabajadas a mano por artesanos mediante un proceso de cardeado que revela una textura profunda y viva. El acabado final en color negro, logrado a través de técnicas tradicionales de quemado y cepillado, no cubre la materia: la transforma. En cada superficie, la veta de la madera permanece visible, como si fueran venas abiertas en el cuerpo del gigante, o fisuras tectónicas en la piel de la tierra. Este gesto no es decorativo, es ritual: permite que la historia de la materia permanezca latente en cada trazo.

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Lo innovador de esta propuesta no radica en la forma aislada de una pieza, sino en el acto de proponer al mobiliario como sistema narrativo, como arquitectura simbólica que se fragmenta y se multiplica sin perder unidad. Frente a propuestas individuales, esta colección articula un discurso expandido: cada módulo es parte de una totalidad invisible. Se trata de habitar un gigante. De convivir con sus restos sagrados.

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Esta colección propone un cambio de paradigma: entender el diseño no como respuesta aislada a una función, sino como un sistema vivo, con memoria y voz. Gigantes Dormidos es mobiliario que respira, que recuerda, que resiste.